Sentía
latir todo mi cuerpo mientras veintidós abuelitos y abuelitas me llenaban el pecho de música (en lugar de
las viejas inquietudes). Abre los poros y ¡permítete sentir lo que sientes!
Cuando circule por mis venas el aire caliente como té, ya no sabré qué está
adentro y qué está afuera… Mejor así, deja de fingir. Vive. Respira y vive…
Recibe con amor, entrega con amor.
Há uma semana
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