quinta-feira, 11 de abril de 2013

Temazcal*

Sentía latir todo mi cuerpo mientras veintidós abuelitos y abuelitas  me llenaban el pecho de música (en lugar de las viejas inquietudes). Abre los poros y ¡permítete sentir lo que sientes! Cuando circule por mis venas el aire caliente como té, ya no sabré qué está adentro y qué está afuera… Mejor así, deja de fingir. Vive. Respira y vive… Recibe con amor, entrega con amor.

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